En los primeros noventas, aficionados a la música de guitarras se abandonaban por primera vez a los placeres —a veces culpables— de la pista de baile. Algunos grupos veteranos y una nueva generación de bandas orientaban sus composiciones a la discoteca. El título de una de las canciones del influyente Screamadelica recomendaba a los indies solucionar sus conflictos internos por la vía de la autoaceptacion: Don’t figth it, feel it. No te resistas, siéntelo. Todavía mas imperativo sonaba el eslogan «cállate y baila» que un dúo de productores de rap de la época había elegido para su proyecto y su sello que agitaba la naciente escena rave: Shut Up and Dance.

Las sesiones que combinaban pop, rock y house llevaban varios años animando la pista del Amnesia de Ibiza antes de dar el salto a Londres y Manchester. Djs y productores como Andy Weatheral actuaron como mediadores entre estilos sacando versiones bailables de temas de Neil Young o My Bloody Valentine. Muchos roqueros, punks o mods como él habían tenido su epifanía clubber en sitios como Shoom, uno de los locales de la ruta baleárica non-stop que había en Londres a finales de los ochenta. Lo que se bailaba allí era la mezcla de house de Chicago y rock alternativo que tan bien le funcionaba a Alfredo Fiorito en su cabina ibicenca. Curiosamente, aquel DJ con pasaporte argentino no había conseguido su colección de rarezas de grupos británicos en las tiendas de discos de Londres sino en Italia, Alemania o Suiza. Durante años tuvo la entrada a esa otra isla prohibida porque los dos países habían estado en guerra en el conflicto de las Malvinas. Un recordatorio para aquellos hippies renovados de una frase que Internet atribuye a Trostky: puede que tú no estés interesado en la guerra, pero ella sí lo está en ti.

Desde Manchester un ritmo bailable de batería y bajo funky característico denominado baggy se contagió por innumerables temas de pop y rock de la primera mitad de la década, marcándolos con el sello inconfundible de aquellos años. Su versión sintética se escucha también en los temas electrónicos de house baggy que compartían las sesiones con el acid house en clubes como The Hacienda. Los pianos percutivos a lo Mashall Jefferson y los retoques neopsicodélicos son igualmente típicos de aquella escena discotequera donde la etiqueta recomendaba pantalones holgados —baggy trousers— y una versión del flequillo garagero inspirada en los años sesenta.

Para estar atravesando una fase angloescépcia, me he buscado, esta vez, un estilo de lo más british al que darle un repaso. En parte me gusta recordarlo porque fue un momento en el que la juventud británica pareció abrazar esa cosa tan poco inglesa de la «joie de vivre». Para mí, tiene, además, un interés especial precisamente ahora que el dancehall y el electro latino han hipersexualizado la pista de baile con su escenificación en toda la cara de roles binarios ordinarios. Las pistas de baile liberadas y pacificadas químicamente del Madchester noventero suenan con el tiempo y en comparación a paraíso perdido. Entonces hasta el ambiente futbolero cambió momentáneamente. Fuera de temporada, el segundo verano del amor se contagió por los estadios donde se pudo ver a los hinchas de los equipos rivales bailoteando juntos en lugar de darse de mamporros. El éxtasis de la música arrojó un poco de luz y de paz al insondable abismo masculino del fútbol. No estaría nada mal que nos volviese a suceder algo así hoy en día por clubes y terrazas, que no ganamos para sillas.

Baggy en español

Aquellos ritmos que salían de Madchester acabaron contagiando a grupos de aquí. Bonito es de Los Sencillos y Arañas mi piel de Los Romeos son, seguramente, los dos temas en español que mejor representan a ese sonido. Una influencia vagamente baggy también se nota en los temas de otros grupos como Cabaret Pop o Lions in love.

Mixtape

Os dejo con esta compilación de favoritos baggy con temas que se pinchaban en The Haçienda y varios de esos momentos en que los ritmos inspirados en Sympathy for the Devil o Strawberry Fields se convierten en house. Más información y listado de intérpretes aquí